¿Qué es lo que busca un Maestro de la Sabiduría Divina en un prospecto, en un candidato para que éste sea merecedor de recibir la instrucción y la enseñanza Divina, y así, esa instrucción pueda ser difundida y distribuida en los demás?
Para que un Maestro De Sabiduría Divina se interese en un futuro canal, precisa que el candidato tenga el merecimiento, y ese merecimiento lo lleva a recibir instrucción y enseñanza, para que a la vez, esa enseñanza pueda ser comunicada y transmitida a los demás.
Muchos canales tal vez preparados cometen el error de interesarse más en el nombre del Maestro y en lo que éste hace, que en su propia preparación. El candidato a canal, debe capacitarse para el servicio y debe buscar en sí mismo la manera más útil de servir a los demás. El candidato a canal debe reconocerse a sí mismo y trabajar para ser útil.
Sucede muy a menudo que el candidato tiene curiosidad por investigar los métodos de determinados Maestros, pero sería más importante que reconociera sus limitaciones y sus desventajas que le pudieran afectar como aspirante a recibir mensaje. El hecho de investigar aspectos de los Maestros, de tener curiosidad e investigar a un Maestro, debería más bien, ser aspecto de orden secundario, pues lejos de beneficiar, puede obstaculizar y limitar.
El candidato o aspirante a canal debe investigarse a sí mismo para reconocer las limitaciones y las incapacidades que lo pudieran afectar como aspirante a recibir instrucciones de parte de los Maestros; en vez de usar sus energías para tener curiosidad o investigar de manera curiosa, los métodos y costumbres de determinados Maestros.
En cambio, se aconseja al futuro canal enfocarse en los pasos útiles que debe expresar en su vida, suprimir el tiempo perdido y algo muy importante: suprimir la pereza, observar sus estados de ánimo y observar sus aspectos mentales. Esto es lo verdaderamente valioso que pondrá en marcha un candidato a canal, si quiere verdaderamente llegar a serlo.
¿Qué busca un Maestro de la Sabiduría Divina en un discípulo para que éste pueda ser canal o transformarse en canal? En ésta ocasión mencionaré tres aspectos importantes
El centro en la cima de la cabeza conocido como centro coronario debe estar activo, radiante y luminoso, porque la glándula pineal, (que es el asiento del alma y el órgano de la percepción espiritual), ya se encuentra activa. Esta actividad se reconoce por la luz y la irradiación que este centro proyecta hacia afuera. La actividad del centro coronario demuestra que el discípulo, el candidato, se encuentra alineado con su propia alma o ego (ego espiritual, no ego psicológico).
Cuando esto pasa, la luz del alma desciende al cerebro a través del cuerpo mental. Es decir, la luz de la iluminación desciende a la cavidad del cerebro, iluminándolo poco a poco; la vida se ilumina y brilla, y en este momento, es posible manifestar los aspectos más sanos del alma. Sí así fuera, este discípulo ha descubierto el sendero.
El candidato o prospecto debe ser en éste momento karmáticamente viable para recibir mensajes. Si hoy no fuera posible karmáticamente o si existe en su archivo kármico condiciones que de momento no permitan ser aceptado como canal, hay la posibilidad de que después sí pudiera ser aceptado.
Recordemos que este candidato debe valer algo en la vida material y en el mundo de los hombres, y ustedes saben qué con estas palabras me refiero a la armonía en casa, vestido y sustento; mientras no tenga cubiertas sus necesidades básicas esto no será viable.
Si el karma, de momento le impidiera ser canal a éste discípulo, se le aconsejaría instruirse, iluminarse en libros, tomar clases con instructores, aprender, evolucionar, iluminarse de cualquier manera correcta, o tomar experiencia bajo la guía de su propia alma (el Maestro en su corazón). Todo esto forma semillas para mejorar en el futuro.
El factor del servicio a los demás: servicio desinteresado y amoroso, útil, con mente inteligente. No la simulación de servicio que en el fondo es sólo ambición espiritual, orgullo espiritual, o un deseo escondido de representar algún grupo espiritual, de oírse hablar y ser escuchado, de enseñar, de escribir, de dar conferencias; y todo esto por buscar ser admirado y aplaudido y una serie más de simulaciones de aspectos mundanos, que en el fondo no tienen nada que se relacione con el verdadero servicio: servicio útil, inspirado. Ese es el servicio al que me refiero en este momento.
La luz e irradiación del centro coronario, el karma del candidato y el servicio del candidato, son tres básicos aspectos que la Jerarquía utiliza para seleccionar a los canales, para que sean auténticos canales de la enseñanza Divina. Cuando el discípulo no tiene inclinación hacia esta actividad divina, no importa, existen muchos caminos que pueden producir mucho bien a la humanidad.
Por último mencionaré que en hay muchos canales listos para ser verdaderamente activos en este trabajo de DIOS.
Diré que un candidato a ser canal, debe percibirse así mismo más allá de las cosas que atañen a sus propios intereses egoístas y personales.
Una de las actitudes que debe cultivar un candidato a ser canal para percibir el Plan Divino y poder ser utilizado por el Maestro es la OBEDIENCIA.
En la obediencia, la rosa del alma florece. Cuando pronuncio la palabra OBEDIENCIA, nunca trato de significar un sometimiento incondicional o el robarle la voluntad al discípulo o al aspirante; por el contrario, en la obediencia puede hablar el Yo Divino. En la obediencia puede el Maestro acercarse y transmitir en el alma serena del discípulo, el conocimiento que él trata de impartir, la lección que debe ser aprendida, el plan de trabajo.
El método que el discípulo debe dar a conocer es que en la obediencia se escucha el sonido, si no hay adaptabilidad y obediencia en el canal, los planes de transmitir se hayan entorpecidos por el fracaso del instrumento humano. Si la mente del discípulo está muy inestable, o se sobrestima, o se encuentra muy desesperado, o es orgulloso, o se desprecia, la transmisión no penetra con claridad.
Si el cuerpo astral, si el cuerpo emocional del discípulo vibra fuertemente e irregularmente debido a problemas de la personalidad, o si el cuerpo físico está enfermo de una de las tantas enfermedades y dolencias de la materia y de la carne, los planes de transmitir del aspirante, por su propia culpa, deben ser postergados para un futuro. Ese pretendido servicio del aspirante para transmitir la enseñanza del Maestro deben ser detenidas en el tiempo y momento.
Un aspirante a ser canal debe asegurarse que su pretendido servicio no esté contaminado por el apasionamiento, ni que se encuentre encubierto un deseo de reconocimiento y prestigio por ser canal. Cosas que no tienen que ver con el trabajo con un Maestro.
¿Ustedes quieren saber más de las cualidades que busca un Maestro en sus discípulos?
Diré que un candidato a canal puede ser útil cuando ha logrado, cuando ha coordinado el control de sus tres cuerpos y ha logrado su alineamiento. Un candidato a canal debe tener un cuerpo mental estable y fuertemente positivo a la recepción del conocimiento superior, a la vez que fuertemente negativo a la recepción de las vibraciones inferiores. Un candidato a canal debe tener un cuerpo emocional tranquilo, incoloro, claro. Un candidato a canal debe tener un cuerpo físico con nervios firmes, con una vibración uniforme y fuerte como el acero, (no me refiero a cuerpos ejercitados o atléticos, ustedes saber a que me refiero). Logrado esto en el candidato, el Maestro puede transmitir sin impedimentos su enseñanza, su sabiduría y su luz al mundo a través de este canal.
¿Por qué todavía en los tiempos actuales continua siendo difícil a la Jerarquía escoger canales verdaderos, discípulos verdaderos para que mediante esta oportunidad el discípulo pueda difundir al mundo el pensamiento iluminador del Maestro?
¿Por qué persiste este fenómeno todavía?, ¿por qué no hay canales suficientes, seguros, disponibles si el Maestro necesita decirle al mundo su pensamiento iluminador? La respuesta: es de que el objetivo material, el objetivo material del discípulo es muy poderoso, es muy predominante y esto es debido a la cercanía del plano material que atrae y ancla.
Este objetivo material, por su cercanía, resulta más atrayente y desvía la atención al discípulo, es un trabajo que se debe realizar a costa de mucho esfuerzo. En otras palabras, las actividades de los seres humanos, sus asuntos y ese anhelo intenso se ser y poseer el conocimiento, propician que la atención sea enfocada en sí mismos y la aparten de mantenerla receptiva para captar las altas esferas.
Cuando el discípulo decide permanecer y progresar, es posible que debido a su dedicación le suceda lo siguiente: Su alma descenderá gradualmente a su personalidad, a su cuerpo, a sus emociones y a su mente. Su luz indicará intensidad, su alma descenderá a la cavidad del cerebro, abarcando también el cerebro propio, iluminándolo, influyendo en su mente y en su mente superior, iluminándolo.
La mente superior gradualmente vitalizada por la luz del alma es, a la vez y al mismo tiempo, influida e iluminada por la actividad creciente de los centros del entrecejo, laríngeo y cardiaco.
Los componentes de la personalidad, cada uno por separado, van perdiendo poder e influencia, pero a la vez estas partes de la personalidad se oponen con todo lo que tienen a la influencia del alma. Todo esto sucede en el campo astral del discípulo y cuando el alma resulta dominante, la personalidad se transforma en servidora del alma, modificándose, como consecuencia, el campo astral del discípulo en campo de oportunidad y de servicio.
Y en estos momentos, cuando el discípulo decide colaborar son Shamballa, lo hará con su mente, con su mente espiritual, colaborando así, con la Mente Universal.
Este es un punto importante y crucial, pues significa que el alma del discípulo se ha liberado del deseo y de la pasión de todo lo demás, se ha liberado del deseo y de la pasión que significa prisión; transformando la personalidad en servidora del alma, moldeando el deseo de acuerdo al propósito Divino, moldeando el deseo del discípulo, pero de acuerdo al propósito Divino. En esos momentos, el discípulo ha dominado las fuerzas de la personalidad que se le opone
Ningún ser humano se ha escapado de experimentar y vivir este sentimiento milenario, la humanidad de ayer lo vivió o sintió, la humanidad de hoy lo vive y lo siente; es igual llamarle miedo o llamarle temor, lo importante es la incidencia tan grande que experimenta el ser humano acerca de este sentimiento. Naturalmente los seres más sensibles son los que más lo viven pero se puede decir que nadie se ha escapado de vivir esta experiencia.
Así tenemos, por ejemplo, el miedo que experimentó el hombre primitivo temiéndole a la obscuridad, a los fenómenos de la naturaleza, a la lluvia al relámpago al trueno a la erupción volcánica, a lo desconocido, etc.
Luego el temor del hombre común o el hombre promedio. Este individuo es acosado a diario por el miedo a perder la familia, a perder los amigos, a perder el dinero, a perder la salud, a perder el prestigio, a perder la popularidad.
En seguida tenemos, el miedo que acosa al discípulo y al aspirante: temor a perder la fe, temor a ser asaltado por la vida, temor y miedo a la soledad en el camino, temor a la muerte que comparte con todos los seres humanos sin importar su escala de evolución.
Podemos decir en ocasiones, que el hombre le teme al temor mismo y porqué no decirlo, temor hasta de perder la razón en este panorama sombrío y milenario donde el hombre transita y encamina sus pasos aquí en la tierra.
Habrá que trabajar mucho para aspirar a una vida de libertad y de progreso libre del temor.
Si el miedo es el mal astral básico, ¿qué es la depresión? La depresión es el polo opuesto del regocijo. Es algo tan difundido que muy pocos se escapan a sus ataques, es una niebla que cubre al hombre y lo imposibilita para ver con claridad, caminar con seguridad, y conocer la realidad. Es parte de la gran ilusión mundial.
Las causas de la depresión van desde fenómenos astrológicos que afectan al horóscopo personal del ser, hasta el recorrido del sol en el firmamento. Su tránsito por el sur hace que disminuya su vibración y en la época del otoño y los primeros meses de invierno son días propicios para que la humanidad sensible sea víctima de mayor depresión.
Otra causa, la provoca la parte oscura de la luna. El último período del menguante lunar y las primeras fases de la luna nueva, son propicios para la depresión. Y otra causa: factores psicológicos e inoculaciones en masa. Ejemplo de éste último, la reacción depresiva de toda una nación provocada por devaluaciones y otros acontecimientos negativos.
La polarización astral en la que el hombre interpreta la vida en términos de caprichos y sentimientos, dejándose llevar por el deseo, encamina al hombre, sépalo o no, a vivir momentos necesariamente de desesperación, oscuridad, duda, sufrimiento y depresión.
El espejismo del plano astral, distorsiona y engaña. La polarización astral lleva al hombre a las regiones de hilaridad y falsa felicidad dónde la luz engañosa de este plano, le descubre falsas fuentes de diversión e hilaridad colectiva, que lo arrastra a la histeria y encuentra su desahogo en la diversión incontrolada. No me refiero a las expresiones de verdadero y genuino júbilo, ni a las expresiones del verdadero sentimiento de buen amor, sino a esas frecuentes y comunes reacciones histéricas, tan comunes que nos producen cansancio en vez de felicidad. El polo opuesto a la hilaridad sería el llanto desenfrenado
Se dice que los momentos actuales son difíciles, lo que deberá de exigir y requerir claridad de pensamiento y de acción para continuar con nuestro trabajo, como sería de desear. Esto trae en ocasiones en algunos discípulos el temor a claudicar y el temor al fracaso. Este temor está fundado en experiencias pasadas, porque todos alguna vez han fracasado.
Así mismo, este desánimo psíquico es el resultado de una disminuida vitalidad espiritual y física que el discípulo mencionado debe reconocer para no convertirse en víctima de ello. Sin embargo, todos los discípulos saben que son divinos, y por lo mismo es una seria pérdida de tiempo el pensar en el fracaso o el temor a fracasar si el trabajo realmente avanza. Una lección aprendida mediante el fracaso puede actuar como prevención para el futuro. Verdad reconocida es que también se aprende mediante los fracasos.
El discípulo puede afligirse por los fracasos aparentes o reales, propios y de sus condiscípulos, pero si el trabajo continua nada podrá detenerlo. Un discípulo honesto que esté viviendo momentos de fracaso sabrá que sólo son eso, momentáneos, y que a la larga, repito, nada y nadie podrá detenerlo. Para el discípulo individual los fracasos en el camino son muy importantes, mas para el alma observadora no son nada.
El resentimiento y el rencor por no decirle “el odio”, son los sentimientos de los cuales pocos seres humanos están exentos, incluyendo estudiantes del sendero de cierto grado. Estos sentimientos amargan la vida entera, influencian de mal toda manifestación y causan sentimientos de decepción.
Ninguna acción, ningún acto bueno, puede perdurar si están mezclados con el resentimiento y el rencor. En muchas ocasiones esto que describimos son fuente de hiel emanando su gota de amargura y tiñéndolo todo. Ni la creación, ni el acto más perfecto pueden perdurar por mucho tiempo si es que este tipo de sentimientos persisten, contaminándolo todo e influenciando negativamente en todos los actos de nuestra vida y llegando a afectar nuestros mejores y superiores planes y propósitos.
Un resentimiento o un rencor guardado en el subconsciente o en el alma producirá constantemente efectos tal vez desastrosos para cualquier ser humano que esté al margen de ello. La Biblia, las iglesias, las religiones, se cansan de aconsejar el perdón y el amor hacia los llamados enemigos. Pero esto no basta ni funciona, mientras no enseñen la manera práctica de concedernos el perdón hacia los que nos hieren. A menudo se escucha decir: yo perdono pero no puedo olvidar, esto debe ser falso, cualquier resentimiento que no olvidemos no lo hemos perdonado. El amor es una de las grandes leyes, practicar la ley del amor es practicar todas las leyes, La ley del amor es una ley fácil, cumplir con la ley del amor es cumplir con todas las leyes.
¿Qué podemos hacer cada vez que sintamos un remordimiento hacia otros como resentimiento, franco rencor, deseo de venganza? Posiblemente sea recordar, tal vez sin olvidar, pero recordar todo lo bueno que conozcamos de esa persona, revivir tal vez los momentos felices pasados en su compañía, insistir en rememorar lo bueno, sus buenas cualidades, la opinión, el concepto que teníamos de ella antes. Tal vez reírnos de algún comentario o acto genial, cómico o feliz que ella haya hecho.
La ley dice: No resistáis al mal esto es amar a los llamados enemigos, bendecir a los que nos maldicen, rezar por los que nos odian, desear lo mejor a los que nos ultrajan y persiguen, todo, sin exponernos a que nos pisoteen.
Los males económicos de la especie humana, se asemejan a las enfermedades del individuo. analicemos porque:
En muchos lugares se encuentran condiciones de NO CIRCULACIÓN y NO DISTRIBUCIÓN de los bienes y servicios. Lo más básico para la subsistencia, lo necesario mínimo para que la vida continúe y prosiga en infinidad de lugares, se ve obstaculizada e inhibida. Esas palabras tienen algo de semejanza y parecido con la anemia de un cuerpo, con el estado de inanición de una persona.
Los bienes y servicios necesarios se dirigen a unas cuantas manos, hacia aquellos que tienen con que pagarlos. En la comprensión, en una gran comprensión del principio de compartir se encuentra la curación y el remedio para todos los males que aquejan y devastan hoy a casi toda la humanidad.
En el principio de una equitativa distribución de las energías, y de las fuerzas circulando armoniosamente en un ser humano, se encuentra la clave de la curación del cuerpo físico del individuo. Y por eso comento: “los males económicos de la humanidad pareciera que tuvieran mucha semejanza con los males que aquejan a los cuerpos físicos particulares”. De acuerdo con esto, quiere decir, que lo que es bueno para toda la humanidad, tiene que ser bueno para un ser humano en particular.
En el principio de compartir y distribuir está la clave para que la conciencia personal del ser humano se encamine a la conciencia colectiva y todos esperamos que esta clave sea la nota tonal que en un futuro próximo dirija al reino humano.
Los capitalistas, financistas, economistas de la Tierra, deben ir actuando de acuerdo al concepto o al principio de compartir, estos financistas capitalistas deben llegar a trabajar con el concepto de los verdaderos valores comerciales y este verdadero intercambio cumplirá con los valores divinos, precisamente con el propósito divino.
Es urgente que las actividades económicas y financieras de la humanidad sean practicadas por personas cada vez más sensibilizadas con sus aspectos del alma, para que a partir de ahí, se pueda comprender y escuchar a otras almas.
Asimismo, refiriéndome al grupo de seres responsables de impartir la prevención de la salud en los individuos, tendrán necesariamente que actuar como almas; y una vez que lo hagan, podrán tener la capacidad para trabajar con esos aspectos de curación, tanto exotéricos, como esotéricos. Pudiendo a veces, por el poder que han obtenido, trabajar con la parte ocultista de la curación o trabajar con las formas tradicionales de la cirugía y la medicina.
Cuando las actividades de la humanidad se encaminen a que los bienes sean compartidos y distribuidos, la redención de la humanidad será una realidad. Cuando las energías y las fuerzas circulen armoniosamente a través del pequeño sistema que significa un ser humano, la salud de la humanidad será una realidad.
Todo temor, toda duda, toda preocupación deberá ser eliminada del ser humano y más de cada discípulo de la luz. El temor, la duda, la preocupación, son elementos obstaculizantes y un terrible movimiento en contra de la posibilidad de hacer contacto con la cámara exterior del alma, fuente y depósito de esta cámara de luz y de comprensión, de entendimiento y de sabiduría. Y es que la mayoría de las personas y desgraciadamente de muchos discípulos, no saben tener control de su vehículo emocional.
¿Se puede controlar el vehículo emocional?, ¿hay alguna manera de controlarlo? Voy a referirme quizás brevemente a tres manera de buscar el control de las emociones:
En la cual se actuaría recurriendo a la voluntad para detener la excesiva actividad emocional. Esta forma que pudiera ser a veces muy útil, en algunos casos, no es la forma quizás más recomendable. Controlar las emociones intencionalmente aplicando la voluntad, puede tener efectos desagradables en el cuerpo físico, produciendo congestiones en el cuerpo físico, congestionar el cuerpo emocional, muchos dolores de cabeza, muchos síndromes jaquecosos, muchas indigestiones estomacales, y muchos desarreglos hepáticos, los cuales tienen su origen en esta forma de inhibir las emociones.
Esta sería otra forma de las tres mencionadas, tomando en cuenta que toda experiencia, todo acontecimiento, todo temor, duda, pánico, incertidumbre a pesar de lo que aparentemente pudieran significar, tienen para la persona un fondo de instrucción, de enseñanza y de conocimiento, si se aprovecha la oportunidad y es transcendida de evolución, de iluminación, pese a que momentáneamente el temor esté provocando problemas y malestares.
Muchas personas orientadas emocionalmente pueden recurrir a su intelecto y a su aspecto mental para de ahí controlar e iluminar ese aspecto emocional errático, las personas Mentalmente orientadas, tienen más dificultad de ejercer control de las emociones, porque sus emociones van revestidas de aspectos mentales. Estas personas tendrán que recurrir a contactar con su propia alma para que la luz del alma descienda a esa mente, alterarla, y así proceder a ejercer control. Por eso es tan necesario tener el contacto de manera permanente con nuestra propia alma, para cuando sea requerido acudir a ella.
El tercer aspecto es más elevado que las dos anteriores, pero al mismo tiempo está más restringido su uso para la humanidad, ya que quien recurre a él para regularizar sus temores, preocupaciones y dudas, debe tener conocimiento y comprensión de las cualidades de los rayos.
Cuando un discípulo encuentra que está siendo víctima del miedo, preocupación o duda y otras fuerzas emocionales que le provocarán sin duda un verdadero sobresalto en su pensamiento, con temores asaltándolo en tropel, con su imaginación desbordada hasta lo que él considera catastrófico; debe recurrir a las técnicas de relajamiento, contemplación, quietud y visualizarse a sí mismo que de lo alto llega en su auxilio una llama blanca, pura, transparente, introduciéndose en todos sus vehículos inferiores que conforman su personalidad, su propia personalidad, limpiando, deshinibiendo todo lo que está obstaculizando. Este ejercicio superior, aunque sencillo para unos, es una gran arma para ejercer purificación y control de sus vehículos inferiores.
Las visualizaciones de sí mismo que acabo de mencionar, pueden ser repetidas el número de veces y de días necesarios hasta superar el problema. A veces puede ser recomendable agregar visualizaciones donde este candidato se llena de amor, de energía, del amor puro.
Si los aspectos emocionales de temor son difíciles y arraigados en su ser humano orientado emocionalmente, los aspectos de temor en un discípulo y en un iniciado, son doblemente difíciles de controlar, porque a la parte emocional del malestar acude un elemento muy dinámico mental que reviste a la fuerza del temor impregnándolo de sustancia y forma mental, la cual producirá demasiado daño.
Dijimos anteriormente que el miedo es el mal astral básico, el miedo lleva sufrimiento y el sufrimiento es un gran instructor; pero cuando el discípulo y el iniciado ha rectificado su vida, su asiento de conciencia, su ser, la aplicación del sufrimiento a partir de ése momento resulta innecesario.
Busquen eliminar todo elemento de temor, de duda y de preocupación, les aseguro que no se van a arrepentir. Trascendiendo y controlando estos elementos emocionales y mentales, serán mas libres de hacer contacto con su alma y con su Esencia Divina.
Se dice que el músculo mental de la humanidad se encuentra atrofiado por falta de uso. Concepto que sin lugar a dudas representa una alegoría, puesto que ni en el cerebro físico, ni en el vehículo mental humano se encuentra ningún rastro de fibras musculares, pero la frase puede tener mucho de cierto y pudiera ser bastante orientadora también.
Es cierto que cada vez más la humanidad está siendo mejor receptiva de las altas vibraciones que recibe la Tierra y su creación. Más exactamente me refiero a las energías mentales y a las energías espirituales.
Las energías mentales proyectadas a la humanidad a partir de los grandes seres espirituales, son de una altísima vibración, y junto con las espirituales, traerán necesariamente resultados y cambios. Tanto un rango de energía como el otro, se sinergizan, se mezclan, porque la fuente emanadora es la misma; y provocan a quienes la reciben, y me refiero a los que más merezcan, a los más sensibles, necesarios cambios en las células cerebrales.
Estos cambios se realizan conectando, uniendo, despertando y enlazando áreas importantes de millones de neuronas existente en la corteza del cerebro físico. Actuando también, en el vehículo mental, llamado a veces por los estudiosos “El Sexto Sentido” y activando igualmente el cuerpo intuicional, llamado también en muchas ocasiones también “El Sexto Sentido”.
Entiendan mis palabras, me refiero a la estimulación de estas fuerzas divinas en una parte física del ser humano que es el cerebro, y en una parte espiritual del ser humano en comparación con el cuerpo, que es la mente.
La razón del servicio no egoísta, la razón del servicio inegoísta de un ser humano hacia sus semejantes, es uno de los motivos más importantes de estar desarrollando la actividad humana encarnada aquí en la tierra. Cuando el ser humano se da cuenta de que el servicio hacia los demás proporciona a sí mismo la felicidad que tanto busca, este descubrimiento le provocará la impresión que tanto bien le hará en su respectiva evolución.
La lección aprendida al reconocer el servicio no egoísta, el servicio inegoísta a través de ayudar a un semejante, se demuestra consolándolo, orientándolo, sin manipularlo; compartiendo con él nuestros bienes, nuestras posesiones, nuestros alimentos; sin pedir ninguna recompensa, sin pedir nada a cambio. Tal persona está dando un gran paso en su evolución porque reconoce que cada partícula, cada átomo, cada energía emanada del PADRE, son desprendidas con amor para toda la creación, cumpliendo con alegre servicio.