HAKIMS - LOS SANADORES - INFORMACION ESPECIALIZADA.

LA LEY DEL KARMA

La gran afirmación bíblica que dice  “todo lo que el hombre siembre eso mismo cosechará” es hoy y desde siempre una gran verdad, que afortunadamente cada vez mayor numero de seres humanos la reconocen como la gran ley del karma, ley de causasion, ley de acción y reacción, ley de causa y efecto.

El bien y el mal. El bien produce un bello enriquecimiento del cuerpo causal, el mal produce y contribuye a aumentar el peso del aura personal, pero aun así la ley es tan divina en su aplicación, que nunca producirá en un ser cuya herencia sea aplicado ese karma, un sufrimiento mayor que su desarrollo y su fuerza para sobrellevar y soportar  las consecuencias de ese karma.

El rayo violeta transmuta todo tipo de karma.

La ley de retribución ha de llevar a la persona a sentir, a vivir en sí mismo las consecuencias de lo que ha generado, y la gran verdad que dice “todo lo que proyecta el hombre, será recibido por ese hombre” obedece a la acción de la ley del círculo. Afortunadamente tenemos el acceso al bendito fuego violeta. Este fuego violeta debemos de aplicarlo, por eso insistimos en ello, con mayor oportunidad y frecuencia. para consumir, transmutar y sublimar no solamente el karma individual que nos concierne, sino hacer un gran esfuerzo y voluntad para menguar en lo posible al karma familiar, al karma nacional, al karma religioso, al karma nuclear,

 Algunos instructores de escuelas espirituales han mencionado la frase psicológica que dice “infancia es destino” y yo digo “el destino es infancia” pero más allá de la infancia, destino es pasar no solamente infancia.

la reencarnación hace olvidar las actividades de vidas anteriores

La reencarnación ligada a estos temas, tiene un aspecto misericordioso al permitirle al ser encarnante, borrar de su memoria todo recuerdo de actividades anteriores y de esa manera darle la oportunidad de realizarse a partir de un ambiente virgen, sin huellas de rencores pasados.

Recuerden que la llama violeta o el fuego sagrado transmutador, está con nosotros y debemos recurrir a él constantemente.

EL TEMPLO DEL KARMA.

Ubicación del templo.

Situado en los reinos etéricos inferiores (queriendo significar lo inferior en aspectos de espacio más no de conciencia) se encuentra ese gran edificio blanco, impresionantemente enorme, cuadrado, de una blancura  y luminosidad difícil de describir al que muchos llaman el Templo del Juicio pero que en realidad es un lugar de misericordia y de amor conocido como el Templo del Karma.

Descripción del interior.

Enfrente, impresionantemente majestuoso, describe unas puertas enormes en altura y en ancho que se abren hacia los lados, dando entrada a un gran pasillo donde la luz es resplandeciente, dificultando nuestra vista para percibir donde termina ese gran pasillo.

Las actividades del templo.

Después de subir una cantidad de escalones en la entrada, se observa una gran actividad de almas por el pasillo, destacándose muchos seres espiritualmente modestos, algunos aislados, otros en grupos, generalmente acompañados por seres más elevados y de una alta luminosidad. El ambiente se ve de actividad e intercambio pero dentro de un determinado orden.

El ordenamiento de las almas.

Si nos proponemos caminar hacia adelante notamos que a los lados, tanto en un sentido como en el otro, hay una serie de accesos de indescriptible belleza, que se repiten constantemente, con puertas y con letreros en la parte superior de cada acceso donde podemos leer el nombre de China, de Argentina, de India y así sucesivamente. Pareciera ser que muchas de estas almas penetran al salón correspondiente se agrupan según el país de origen, quizás para esperar turno de algo.

El salón del Juicio.

Caminando por el pasillo principal se llega hasta el fondo, donde encontramos un gran salón que pudiéramos describirlo como una cámara donde hay almas, pero también guías y huestes angélicas. En la parte superior de esta descripción que semeja una cámara se encuentran un estrado con nueve sillas como sillones semejantes a tronos de una belleza indescriptible que se nos informa son ocupados por los grandes seres encargados de impartir la misericordia de todo individuo que pase por estas dimensiones.

Los integrantes del Tribunal Kármico.

En el pasado, este tribunal kármico estaba constituido de siete grandes seres, pero en los últimos tiempos ha sido aumentado su número a nueve. La cantidad mínima presente de estos divinos seres es de cuatro.

Todas las almas son enjuiciadas en este templo.

Ningún individuo, ningún alma que ha desencarnado puede ser evitado de pasar por este gran acontecimiento. En este templo, ningún alma desencarnada puede tomar materia sin antes pasar en su camino a la encarnación por este mismo templo.

La actividades misericordiosas de la junta kármica.

Desde los inicios hubo la necesidad de que la junta kármica se constituyera no precisamente para provocar temor a ser enjuiciado debido a lo cuestionable de las actividades de la Tierra, sino al contrario, este tipo de actividades están llenas de amor y de misericordia, de tal manera, que eso que el hombre ha inventado sacado del cristianismo y de otras doctrinas acerca del enjuiciamiento del dios iracundo y del castigo eterno, es producto, una vez más, de la ignorancia en que la humanidad aún se encuentra.

La experiencia obtenida en las encarnaciones.

El ser humano requiere de la experiencia de la encarnación y de su actividad aquí en la tierra, para que con las oportunidades, se abra la posibilidad de tomar maestría, en calificar bien su energía a fin de que quede preparado para futuras misiones y encomiendas en las actividades del universo.

En otras ocasiones continuaremos tocando estos temas aunque sea de manera aislada. Demos gracias a Dios por su misericordia. Amen.

LA JUNTA KÁRMICA

La junta kármica es un grupo de seres divinos cuyo servicio dispone, que por misericordia y por compasión, sea usada la Justicia Divina en cada individuo que utiliza la Tierra como un aula o salón de clases.

El tiempo que se concede para descanso.

En algunos casos, después de haber enfrentado o trascendido el fenómeno de la muerte, llamado así por el ser humano, se le concede al candidato un espacio de tiempo que le pudiera servir para relajarse de las tensiones acumuladas o adquiridas, de la vicisitudes de la vida próxima pasada. Así mismo, permitirle al individuo disponer de un tiempo determinado para realizar algunas variadas actividades entre las cuales pudiéramos mencionar: buscar el individuo la compañía o la cercanía con los seres queridos y amistades y personas significativas que aún viven en la Tierra.

La presencia ante la Junta Kármica.

Pero llega un momento en que es convocado por un ángel mensajero, _cuya actividad, tiempo y trabajo de este ángel es precisamente eso: convocar,_ para ser presentado ante la junta kármica y así rendir cuentas del uso dado a la vida y energía de Dios durante esa vida pasada. Después, la junta kármica determina enviar al individuo a una especie de aula en los planos internos, para que a través de cierto entrenamiento y experiencia, encuentre la posibilidad de reconocer, quizás superar, los errores cometidos en esa vida a la vez que adquirir perfección que pudiera ser usada en la próxima vida física que estuviera por venir .

La junta kármica decide la siguiente encarnación

La junta kármica a la vez, tiene la facultad de decidir quienes, cuantos y en qué momento van a encarnar cada año.

El servicio que prestan estos divinos ángeles del karma está siempre influido por un amor supremo y nunca en ningún momento el fin es castigar.

Cuando una persona va a encarnar, la junta kármica determina la encarnación de acuerdo a las conveniencias y evolución de la raza o también para la conveniencia del individuo personal al cual se le presenta una nueva oportunidad  de evolucionar y superar los errores anteriores a través de esta nueva encarnación.

Dos reuniones al año

Dos veces al año, en junio y en diciembre la junta kármica se abstrae un poco de su trabajo  diario y se reúne en el Castillo del Karma para oír, para escuchar, las peticiones de la humanidad, y al mismo tiempo siempre que sea posible para acopiarse, para abastecerse de energía calificada de Dios para ser derramada con amor y puesta a disposición de la evolución de la Tierra y puesta a disposición de la evolución de sus habitantes.


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